Era una agradable mañana ese 20 de septiembre de 1988, en el pueblo de Belen, Nuevo México, cuando la joven Tara Cálico, salio de casa, cómo hacía todas las mañanas, para pedalear en su bicicleta un rato, sobre la carretera estatal 47.
Tara era una joven vivas y extrovertida. Popular en la escuela, había ya concluido la preparatoria y estudiaba el segundo año en la Universidad de Nuevo México-Valencia, donde estudiaba una carrera de investigación de la mente humana, aun que no se decidía si estudiar psicología o ir directamente a la carrera de psiquiatría.
La chica se mantenía bastante ocupada, tan solo ese día iría a jugar tenis con su novio al rededor del medio día y asistiría a una clase a las 4 de la tarde. Aparte de eso, tenía un trabajo como cajera de un banco local. Se mantenía bastante ocupada y con una activa vida social.
Antes de salir, le pidió a su madre, Patty Doel, que le prestara su bicicleta de montaña "Huffy" de color rosa neón. La razón era que el día anterior, había ponchado una rueda de su bicicleta, por lo que la tenía indisponible.
Salió de su casa a las 11:45, temiendo que tuviera otra llanta ponchada, le pidió a su madre que fuera a buscarla si no volvía a casa al medio día, no planeaba pedalear mucho tiempo aquel día, aun que a veces recorría hasta 18 millas.
Jamás la volverían a ver.
A las 12:05 pm salio su madre a buscarle, pero después de no encontrarla decidió alertar a las autoridades y se comenzó su búsqueda.
Al día siguiente de su desaparición, la señora Doel encontró un casete de la banda "Boston" a un largo de la carretera cerca de la calle Brugg. La tierra tenía marcas de ruedas de bicicleta, pero estas desaparecían un poco más adelante. Más tarde en el día, se encontraron partes de un walkman de Sony que se parecía al que tenía Tara.
Las investigaciones policiales encontraron más pistas sobre la desaparición. Varios testigos observaron a Tara en su bicicleta ese día, y además vieron a una camioneta pick-up color blanco o gris siguiéndola de cerca.
Y después de varios meses, no se encontró ninguna pista más.
El consenso al que se había llegado fue que Tara había sido secuestrada, sin embargo su familia jamás recibió una carta o una llamada pidiendo rescate. También resultaba extraño que la bicicleta que montaba ese día tampoco fue vista de nuevo.
Sin embargo, lo que me interesó de este caso, que francamente se parece a las miles de desapariciones que se dan todos los días no solo en los Estados Unidos, sino en el mundo, es que ésta cuenta con una última pista que le da un tono misterioso al caso.
Una fotografía:
Esta fotografía fue encontrada el 15 de junio de 1989 en St. Joe, en Florida, en un lote de estacionamiento, donde minutos antes se había estacionado una vagoneta Toyota sin ventanas.
Aun que al principio lo dudo Patty, la madre de Tara, estuvo convencida que se trataba de su hija, debido a una cicatriz en su pierna. Sin embargo su identificación esta envuelta en la polémica, mientras que Scotland Yard afirma que efectivamente, la persona en la foto es Tara, el Laboratorio Nacional de Los Alamos lo niega rotundamente, mientras que el FBI mantiene que no esta seguro.
Además, como la foto lo muestra, hay un niño amordazado junto a la mujer. Por un tiempo se pensó que se trataba de Michael Henley, Junior, quién había desaparecido en abril de 1988 mientras cazaba pavos con su padre, en las montañas Zuni a una hora de Albuquerque. Sin embargo el cuerpo del niño fue hallado en 1990, muy cerca de su lugar de desaparición, sugiriendo que quizás el niño se perdió y murió a causa de los elementos.
Patty y su esposo, John Doel nunca se rindieron en su búsqueda de Tara, llegando a convertirse en alguaciles auxiliares de su condado, sin embargo el tiempo paso, y tanto su padre biológico como Patty, fallecieron en 2002 y 2006 respectivamente, sin tener noticias del destino de su hija.
Finalmente, el Sheriff Rene Rivera menciono en una entrevista al periódico "Albuquerque Journal" que tenía una idea de quienes eran los responsables de la desaparición de Tara. Su teoría era que compañeros de escuela de Tara, manejando una Ford pick-up, la acosaron desde el vehículo y después de un extraño accidente, pudieron haberla matado y se apresuraron a esconder el delito, probablemente con la ayuda incluso de sus padres. Lamentablemente el Sheriff declara que toda la evidencia que tiene es circunstancial y que no puede llevar a cabo arrestos.
Ahora, si la teoría del Sheriff Rivera es correcta, queda una gran duda:
¿Quiénes son los chicos que aparecen en la fotografía de St. Joe?
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